Alex Kidd in Miracle World

Alex Kidd fue la primera mascota de SEGA, fue el icono encargado de representar a la compañía en los tiempos de Master System. Protagonizó hasta seis títulos, cinco de ellos en la consola de ocho bits y uno en Megadrive, aunque cada uno tuvo su estilo propio y el sistema de juego cambió radicalmente en cada entrega (excepto la de Megadrive, Alex Kidd in the Enchanted Castle, que es la secuela de este titulo).

Alex Kidd in Miracle World fue la más popular de todas las aventuras gracias al hecho de que se distribuyó en memoria junto a la Master System II, cosa que popularizó el juego en el tardío tirón que tuvo la plataforma en EEUU a finales de los ochenta y en Europa a principios de los noventa.

La historia nos presenta a Alex, un joven algo cabezón, orejudo y con unas patillas bastante largas que va en busca de su hermano mayor secuestrado. Por el camino se entera que es el príncipe de Radaxian, el reino que ha caído en manos de Janken the Great, justamente el mismo que ha secuestrado a su hermano. A lo largo de la historia, nuestro héroe se va enterando de aspectos de su vida que desconocía y salva a sus padres (los reyes) y a los súbditos convertidos en piedra de las garras del malvado Janken, hasta finalmente liberar a su hermano.
Radaxian es un reino grande, amplio y con una veriedad de paisajes enorme. Nuestra aventura transcurre entre acantilados, cuevas, lagos, campos, castillos, bosques… hasta alcanzar un total de dieciséis fases de lo más variopintas. Al final de cada una de ellas nos espera una recompensa en foma de pastelillo de arroz si jugamos a la primera versión del juego o una hamburguesa si lo hacemos con la versión grabada en la memoria de Master System II (el cambio fue realizado para occidentalizar el juego, ya que el pastel de arroz no es muy usual en EEUU o Europa).

Como he dicho antes, Janken the Great ha convertido en piedra a la mayoría de los súbditos de Radaxian, así que pocos humanos nos encontramos por el camino, tan solo han sobrevivido algunos ancianos que nos aconsejan y los regentes de tiendas que nos venden objetos y medios de transporte a cambio de las monedas que hemos ido recogiendo a lo largo de la partida.

Nuestros rivales suelen ser animales (tales como ranas, peces, aves, insectos… siempre dependiendo del paraje donde nos encontremos) o espíritus enviados por Janken y que están escondidos en rocas con interrogantes (que o esconden espíritus u objetos que nos sirven de ayuda); otro tipo de rocas son las de estrella, que esconden sacos de monedas.
Alex cuenta para acabar con los malos solamente con su salto y su puño (exageradamente grande conrespecto al resto del cuerpo), pero hay una serie de potenciadores que le otorgan poderes, como el anillo, que le permite lanzar rayos que destrozan todo lo que tocan en sentido horizontal o el regalo, que otorga invencibilidad a nuestro personaje; por otro lado, Alex también puede conducir diferentes vehículos como la moto o el monocóptero que le permiten desplazarse con más facilidad por Radaxian. Cabe decir que el uso del salto y el puño (o el poder que tenga en ese momento) se alteraron en la versión grabada, ya que el original usaba el botón 1 para saltar y el 2 para golpear, pero como resultaba extraño este sistema, se decició invertir el control para la segunda versión.

Para enfrentarse contra los secuaces de Janken the Great, no hay combates al uso, sobretodo al principio del juego (más tarde sí los hay), sino que los duelos se resuelven mendiante el juego de piedra, papel, tijera, habiendo de ganar dos rondas de tres. Esto es cuanto menos curioso, pero tal vez no agrade a los que prefieran combates más «normales», ya que la suerte decide más que la habilidad del jugador; ahora bien, estos combates son prefijados, ya que los lacayos de Janken (nombre que tiene el juego de Piedra-papel-tijera en japonés) siempre sacan la misma combinación en todos los combates, cosa que facilita derrotarlos una vez ya lo hemos conseguido una vez.
Antes de evaluar los gráficos del juego convendría situarlo en su época, que es el año 1986, en las primeras hornadas de juegos de Master System. Esa es la razón que la paleta de colores sea tan seca y sencilla, pero vamos, vuelvo a decir, situémonos en esa época, luce muchísimo mejor que la mayoría de juegos de ese año (cabe recordar que Master System era mucho más potente que el resto de plataformas existentes salvo la NES, con quién iba pareja) además de contar con un diseño de los escenarios y los personajes muy adecuado para el concepto que quería transmitir el juego, aunque tal vez los jefes finales sean algo horrorosos. El sonido cumple a su perfección, tanto las melodías como los efectos se integran muy bien en el juego (haciendo también un gran esfuerzo por parte de la máquina).

A modo de conclusión, solo cabe decir que se entiende por qué SEGA decidió obsequiar con este título a todos los que comprasen la Master System II, salió prácticamente al mismo tiempo que la consola, fue uno de los títulos más grandes que tuvo en sus inicios y encima lo protagonizaba la mascota de la compañía en esa época, así que con esa conjunción era el título más lógico para instalar en la memoria de la máquina, ellos querían un título que arrastrase a posibles compradores y desde luego éste lo era.

Aquí teneis un video del primer nivel de este gran juego: